Durante la puesta en obra, el vidrio no deberá recibir salpicaduras de cemento, pintura, soldaduras etc. Que puedan dañar o incrustarse en el vidrio (en tal caso se deberá limpiar inmediatamente).
Los vidrios deben colocarse de tal forma que una vez instalados, no se puedan producir fisuras o tensiones susceptibles de alterarlos o romperlos, cualquiera que sea su origen salvo choques accidentales, movimientos imprevisibles en la obra, etc.