Se denominan vidrios antirrobo a aquellos cristales laminados que, por su composición reforzada, ofrecen una mayor resistencia a los robos mediante la rotura de viviendas y comercios.
Los vidrios antirrobo requieren de un mayor lapso de tiempo para poder ser traspasados con elementos contundentes usuales y pueden estar compuestos por dos o tres cristales unidos entre sí y por varias capas de butiral de polivinilo de fuerte espesor.